Motivación (II)

Tras haber leído uno de los textos sobre la motivación, recomendados por Miguel Sola, mi profesor de Didáctica General, haré un breve resumen sobre el mismo, e incluiré como siempre una reflexión personal.
Añado el enlace a dicho texto,http://lanuevafrontera.aprenderapensar.net/2011/06/14/la-motivacion/.
Pues bien, en él, el autor nos dice que le da más importancia a qué es lo que mueve a los jóvenes a estudiar que a qué no hacerlo, puesto que esto es algo natural en ellos. Es decir, que deberíamos de interesarnos y preocuparnos más por saber el motivo por el que los niños y niñas estudian, qué es lo que les mueve a hacerlo y qué es lo que les MOTIVA que preocuparnos por los que no estudian. También nos dice que "estar motivado" significa que una persona tenga deseos de hacer algo, pero que muchas veces hay que hacer cosas por las que no estamos motivados y sin embargo, se deben hacer por obligación o porque hay que hacerlas sin más, y esto es algo que hay que enseñárselo e inculcárselo a los niños, además nos cuenta que "despertar el deseo del saber" es una tarea difícil pero que si se consigue "no hay que preocuparse de nada más" (Rousseau).

Como bien dice José Antonio Marina, es normal que los niños y niñas no quieran estudiar o no les apetezca ir al colegio, el motivo, seguramente sea porque a esa edad lo que se quiere es satisfacer otro tipo de deseos, como es el caso del juego, además de que normalmente no se ha adquirido el grado de madurez, y por la tanto, no se es consciente de qué es lo que a uno le conviene y qué no... por ello, debe de haber algo que le haga despertar sus deseos de aprender. Es cierto que hay niños que desde pequeños apuntan que serán buenos estudiantes, niños que parecen haber nacido con un libro bajo el brazo, estos niños están "automotivados genéticamente" o hablando con propiedad motivados intrínsicamente, por lo que difícilmente se desmotiven. En muchas ocasiones se intenta motivar a los niños apremiándolos, motivación externa, de esta manera muchos niños y niñas intentan sacar mejores notas para conseguir un premio a cambio.  Así que a la pregunta de qué es lo que mueve a estudiar a los jóvenes, algunas respuestas sería lo anteriormente dicho, pero no son las únicas.
Todo el mundo quiere saber a cerca de la motivación, sobre técnicas, pautas... yo creo que en muchos casos la motivación es innata pero en otros esta necesita ser estimulada, en mi caso fue estimulada por una excelente profesora que fue la que me empujó a creer en mi y en mis posibilidades, me subió el autoestima y poco a poco, con esfuerzo, fui consiguiendo las metas que me proponía hasta que llegó un momento en el que recuperé la confianza en mi misma y supe que era capaz de hacer las cosas de forma autónoma... y entonces, me sentí útil y eso fue lo más motivador.

A lo de que hay que enseñarle a los niños que hay que cosas que aunque no les motiven deben de hacerlas, decir que, ya de por sí la palabra deber no suena muy bien, ya que deber supone obligación y las obligaciones aunque es algo que todo el mundo tiene y tendrá que asumir en un futuro, no es algo que agrade, y mucho menos a niños con edad temprana,  por lo que se me ocurre que podríamos cambiar el sentido del deber o de las obligaciones, diciéndoles por ejemplo a los niños que efectivamente a todos nos gustaría hacer cosas satisfactorias y divertidas, pero que si las hiciéramos siempre sería muy aburrido, y nos dejaría de agradar, ya que estaríamos siempre haciendo lo mismo y no habría emoción, de manera que haciendo lo que no nos gusta quién sabe si descubrimos que al final nos acaba gustando esa cosa o su desencadenante... Yo se lo explicaría así a los niños, para que no se asustaran ni se sintieran oprimidos por el sentido del deber.
Concluir diciendo que obviamente existen cosas que no queremos hacer, ya que muchas de esas cosas generan sentimientos negativos, pero que sin embargo hay que hacerlas y que convivir con ellas.